domingo, 5 de mayo de 2013

¿Cuántos lustros arrastraremos el mismo yugo?

      Por desgracia a día de hoy esta sociedad debe seguir soportando una exclusión, ya sea patente o latente, directa o indirecta hacia el género femenino, y es así porque nos hemos logrado concienciarnos todos y cada uno de nosotros de que estamos en un completo y rotundo error.
No se  ha dilucidado él, ¿cómo? , y el ¿Por qué?, nació este denominado machismo, eso si, lo que es indudable es que  esta cimentado sobre unas ideas precarias que increíblemente perduran en nuestros días.

      Otra equivocación que cometemos es el pensar que esta discriminación se da solo en las clases bajas, en los países subdesarrollados y en aquellas personas que no han recibido una correcta educación. Cuando en realidad se encuentra en cualquier ámbito, lugar y persona independiente de sus conocimientos, poder económico o escala social.

De esta manera quiero expresar que no hay excusa para el machista, y para aquellas personas que lo defiende. Por esta razón nuestra obligación no es ocultar o podar esos malos brotes dentro de las mentalidades, debemos buscar cuál es la razón por la que esa semilla germino y si ya lo hizo poder arrancarla de raíz, e impedir que vuelva a nacer.
En mi opinión hay diversas causas por las que no actuamos en la totalidad de nuestras posibilidades. La ignorancia, ya que hablamos de igualdad de género sin saber se significado. El individualismo, mediante el cual siempre nos excusamos con la justificación de que no debemos involucrarnos en la vida de los demás. Y nuestro conformismo, el cual se desarrolla cada vez más potestad y del que somos esclavos, ya que por su causa hacemos oídos sordos y por pereza no actuamos.
Si nos detenemos a reflexionar, nos percataremos de nuestros grandes defectos a nivel social, con lo cual debemos empezar cambiando nosotros mismos para cambiar a los demás. Consiguiendo de esta manera esa equidad de género, ese horizonte que no conseguíamos ver por la ceguera que nos creamos nosotros mismos, ese reflejo en el agua que en realidad estaba presente pero al cual esquivábamos por nuestro egoísmo.
Cambiad y cambiareis, luchad y alcanzareis. La igualdad no es un espejismo es una realidad cercana.

1º PREMIO  I CONCURSO DE REDACCION IGUALDAD DE GENERO
     FUNDACION JOSE TOMAS Y DIPUTACION DE GRANADA

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